viernes, agosto 28

Un poco de Doctrina

1) La verdadera democracia es aquella donde el gobierno hace lo que el pueblo quiere y defiende un solo interés: EL PUEBLO
2) El Peronismo es esencialmente popular. Todo círculo político es antipopular, y por lo tanto, no es peronista.
3) El peronista trabaja para el Movimiento. El que en su nombre sirve a un círculo, o a un caudillo, lo es sólo de nombre.
4) No existe para el Peronismo más que una sola clase de hombres: los que trabajan.
5) En la Nueva Argentina el trabajo es un derecho que crea la dignidad del hombre y es un deber, porque es justo que cada uno produzca por lo menos lo que consume.
6) Para un Peronista de bien, no puede haber nada mejor que otro Peronista.
7) Ningún Peronista debe sentirse mas de lo que es, ni menos de lo que debe ser. Cuando un Peronista comienza a sentirse mas de lo que es, empieza a convertirse en oligarca.
8) En la acción política la escala de valores de todo peronista es la siguiente: primero la Patria, después el Movimiento, y luego los Hombres.
9) La política no es para nosotros un fin, sino solo el medio para el bien de la Patria, que es la felicidad de sus hijos y la grandeza nacional.
10) Los dos brazos del Peronismo son la Justicia Social y la Ayuda Social. Con ellos damos al Pueblo un abrazo de justicia y de amor.
11) El Peronismo anhela la unidad nacional y no la lucha. Desea héroes pero no mártires.

12) En la Nueva Argentina los únicos privilegiados son los niños.
13) Un gobierno sin doctrina es un cuerpo si alma. Por eso el Peronismo tiene su propia doctrina política, económica y social: el Justicialismo.
14) El Justicialismo es una nueva filosofía de vida simple, práctica, popular, profundamente cristiana y profundamente popular.
15) Como doctrina política, el Justicialismo realiza el equilibrio del derecho del individuo con la comunidad.
16) Como doctrina económica, el Justicialismo realiza la economía social, poniendo el capital al servicio de la economía y ésta al servicio del bienestar social.
17) Como doctrina social, el Justicialismo realiza la Justicia Social, que da a cada persona su derecho en función social.
18) Queremos una Argentina socialmente justa, económicamente libre, y políticamente soberana.
19) Constituimos un gobierno centralizado, un Estado organizado y un pueblo libre.
20) En esta tierra lo mejor que tenemos es el Pueblo.

jueves, agosto 27

Peron un visionario

Mensaje Ambiental a los Pueblos y Gobiernos del Mundo
Madrid, 21 de febrero de 1972

Hace casi treinta años, cuando aún no se había iniciado el proceso de descolonización contemporáneo, anunciamos la tercera Posición en defensa de la soberanía y autodeterminación de las pequeñas naciones, frente a los bloques en que se dividieron los vencedores de la Segunda Guerra Mundial.
Hoy cuando aquellas pequeñas naciones han crecido en número y constituyen el gigantesco y multitudinario Tercer Mundo un peligro mayor- que afecta a toda la humanidad y pone en peligro su misma supervivencia- nos obliga a plantear la cuestión en nuevos términos, que van más allá de lo estrictamente político, que superan las divisiones partidarias o ideológicas, y entran en la esfera de las relaciones de la humanidad con la naturaleza.Creemos que ha llegado la hora en que todos los pueblos y gobiernos del mundo cobren conciencia de la marcha suicida que la humanidad ha emprendido a través de la contaminación del medio ambiente y la biosfera, la dilapidación de los recursos naturales, el crecimiento sin freno de la población y la sobre-estimación de la tecnología y la necesidad de invertir de inmediato la dirección de esta marcha, a través de una acción mancomunada internacional.La concientización debe originarse en los hombres de ciencia, pero sólo puede transformarse en la acción a través de los dirigentes político.Por eso abordo el tema como dirigente político, con la autoridad que me da el haber sido precursor de la posición actual del Tercer Mundo y con el aval que me dan las últimas investigaciones de los científicos en la materia.
Los hechos
El ser humano ya no puede ser concebido independientemente del medio ambiente que él mismo ha creado.Ya es una poderosa fuerza biológica, y si continúa destruyendo los recursos vitales que le brinda la Tierra, sólo puede esperar verdaderas catástrofes sociales para las próximas décadas.La humanidad está cambiando las condiciones de vida con tal rapidez que no llega a adaptarse a las nuevas condiciones.Su acción va más rápido que su captación de la realidad y el hombre no ha llegado a comprender, entre otras cosas, que los recursos vitales para él y sus descendientes derivan de la naturaleza y no de su poder mental.De este modo, a diario, su vida se transforma en una interminable cadena de contradicciones.En el último siglo ha saqueado continentes enteros y le han bastado un par de décadas para convertir ríos y mares en basurales, y el aire de las grandes ciudades en un gas tóxico y espeso.Inventó el automóvil para facilitar su traslado, pero ahora ha erigido una civilización del automóvil que se asienta, sobre un cúmulo de problemas de circulación, urbanización, inmunidad y contaminación en las ciudades y se grava las consecuencias de la vida sedentaria.
Despilfarro masivo
Las mal llamadas "Sociedades de Consumo", son, en realidad sistemas sociales de despilfarro masivo, basados en el gasto, por el que el gusto produce lucro.Se despilfarra mediante la producción de bienes necesario o superfluos y, entre estos, a los deberían ser de consumo duradero, con toda intención se les asigna cierta vida porque la renovación produce utilidades.Se gastan millones en inversiones para cambiar el aspecto de los artículos, pero no para reemplazar los bienes dañinos para la saluda humana, y hasta se apela a nuevos procedimientos tóxicos para satisfacer la vanidad humana.Como ejemplo bastan los autos actuales que debieran haber sido reemplazados por otros con motores eléctricos, o el tóxico plomo que se agrega a las naftas simplemente para aumentar el pique de los mismos.No menos grave resulta el hecho de que los sistemas sociales de despilfarro de los países tecnológicamente más avanzados funciones mediante el consumo de ingentes recursos naturales aportados por el Tercer Mundo.De este modo el problema de las relaciones dentro de la humanidad es paradójicamente doble: algunas clases sociales - la de los países de baja tecnología en particular - sufren los efectos del hambre, el analfabetismo y las enfermedades, pero al mismo tiempo las clases sociales y los países que asientan su exceso de consumo en el sufrimiento de los primeros, tampoco están racionalmente alimentados ni gozan de una auténtica cultura o de una vida espiritual o físicamente sana. Se debaten en medio de la ansiedad y del tedio y los vicios que produce el ocio mal empleado.
El espejismo de la tecnología
Lo peor es que, debido a la existencia de poderosos intereses creados o por la falsa creencia generalizada de que los recursos naturales vitales para el hombre son inagotables, este estado de cosas tiende a agravarse, mientras un fantasma - el hombre- recorre el mundo devorando 55 millones de vidas humildes cada 20 meses, afectando hasta países que ayer fueron graneros del mundo y amenazando expandirse de modo fulmíneo en las próximas décadas.En los centros de más alta tecnología se anuncia entre otras maravillas, que pronto la ropa se cortará con rayos láser y que las amas de casa harán compras por televisión y las pagarán mediante sistemas electrónicos.La separación dentro de la humanidad se está agudizando de modo tan visible que perece que estuviera constituida por más de una especie.El ser humano cegado por el espejismo de la tecnología, ha olvidado las verdades que están en la base de su existencia.Y así, mientras llega a la luna gracias a la cibernética, la nueva metalurgia, combustibles poderosos, la electrónica y una serie de conocimientos teóricos fabulosos, mata el oxígeno que respira el agua que bebe, y el suelo que le da de comer y eleva la temperatura permanente del medio ambiente sin medir sus consecuencias biológicas.Ya en el colmo de su insensatez, mata el mal que podía servirle de última base de sustentación.
Después de la tierra, el mar...
En el curso del último siglo el ser humano ha exterminado cerca de 200 especies animales terrestres.Ahora ha pasado a liquidar las especies marinas.Aparte de los efectos de la pesca excesiva, amplias zonas de los océanos, especialmente costeras, ya han sido convertidas en cementerios de peces y crustáceos, tanto por los desperdicios arrojados como por el petróleo involuntariamente derramado.Solo el petróleo liberado por los buques cisterna hundidos ha matado en la última década cerca de 600.000 millones de peces.Sin embargo seguimos arrojando al mar más desechos que nunca, perforamos miles de pozos petrolíferos en el mar o sus costas y ampliamos al infinito el tonelaje de los petróleos sin tomar medidas de protección de la fauna y flora marinas.
...Y el agua potable
La creciente toxicidad del aire de las grandes ciudades, es bien conocida, aunque muy poco se ha hecho para disminuirla.En cambio, todavía existe un conocimiento mundialmente difundido acerca del problema planteado por el despilfarro de agua dulce, tanto para el consumo humano como para la agricultura. La liquidación de aguas profundas ya ha convertido en desiertos extensas zonas otrora fértiles del globo, y los ríos han pasado a ser desagües cloacales más que fuentes de agua potable o vías de comunicación.Al mismo tiempo la erosión provocada por el cultivo irracional o por la supresión de la vegetación natural se ha convertido en un problemas mundial, y se pretende reemplazar con productos químicos el ciclo biológico del suelo, uno de los más complejos de la naturaleza.Para colmo muchas fuentes naturales han sido contaminadas; las reservas cuando nos quedaría como último recurso la desalinización del mar nos enteramos que una empresa de este tipo, de dimensión universal, exigiría una infraestructura que la humanidad no está en condiciones de financiar y armar en este momento.
Alimentos y armas
Por otra parte, a pesar de la llamada revolución verde, el Tercer Mundo, todavía no ha alcanzado a producir la cantidad de alimentos que consume, y para llegar a su autoabastecimiento necesita un desarrollo industrial, reformas estructurales y la vigencia de una justicia social que todavía está lejos de alcanzar.Para colmo, el desarrollo de la producción de alimentos sustitutivos está frenada por la insuficiencia financiera y las dificultades técnicas.Por supuesto todos estos desatinos culminan con una tan desenfrenada como irracional carrera armamentista que le cuesta a la humanidad 200.000 millones de dólares anuales.A este maremagnum de problemas creados artificialmente se suman el crecimiento explosivo de la humanidad.El número de seres humanos que puebla el planeta se ha duplicado en el último siglo y volverá a duplicarse para fines del actual o comienzos del próximo, de continuar la actual " ratio " de crecimiento.De seguir por este camino, en el año 2.500 cada ser humano dispondrá de solo metro cuadrado sobre el planeta.Esta visión global está lejana en el tiempo, pero no difiere mucho de la que ya corresponde a las grandes urbes, y no debe olvidarse que dentro de 20 años más de la mitad de la humanidad vivirá en ciudades grandes y medianas.
Política demográfica
Es indudable pues, que la humanidad necesita tener una política demográfica.La cuestión es que aún poniéndola en práctica, ya por el retardo con que comenzaremos,. no producirá sus efectos antes del fin de la década en materia educativa, y antes de fin de siglo en materia ocupacional.Y que además la política demográfica no produce los efectos deseados sino va acompañada de una política económica y social correspondiente.De todos modos, mantener el actual ritmo de crecimiento de la población humana es tan suicida como mantener el despilfarro de los recursos naturales en los centros altamente industrializados donde rige la economía del mercado, o aquellos países que han copiado sus modelos de desarrollo.Lo que no debe aceptarse es que la política demográfica esté basada en la acción de píldoras que ponen en peligro la salud de quienes la toman o de sus descendientes
Qué hacer?
Si se observan en su conjunto los problemas que se nos plantean y que hemos enumerado, comprobaremos que provienen tanto de la codicia y la imprevisión humana, como de las características de algunos sistemas sociales, del abuso de la tecnología, del desconocimiento de las relaciones biológicas y de la progresión natural del crecimiento de la población humana.
Esta heterogeneidad de causas debe dar lugar a una heterogeneidad de respuestas, aun que en última instancia tenga como denominador común la utilización de la inteligencia humana.A la irracionalidad del suicidio colectivo debemos responder con la racionalidad del deseo de supervivencia.Para poner freno e invertir la marcha hacia el desastre es menester aceptar algunas premisas:
1. Son necesarias y urgentes: una revolución mental en los hombres, especialmente en los dirigentes de los países más altamente industrializados; una modificación de las estructuras sociales y productivas en todo el mundo, en particular en los países de alta tecnología donde rige la economía de mercado, y el surgimiento de una convivencia biológica dentro de la humanidad y entre la humanidad y el resto de la naturaleza.
2. Esa revolución mental implica comprender que el hombre no puede reemplazar a la naturaleza en el mantenimiento de un adecuado ciclo biológico general; que la tecnología es un arma de doble filo, que el llamado progreso debe tener un límite y que incluso habrá que renunciar alguna de las comodidades que nos ha brindado la civilización; que la naturaleza debe ser restaurada en todo lo posible que los recursos naturales resultan aceptables y por lo tanto deben ser cuidados y racionalmente utilizados por el hombre; que el crecimiento de la población es aumentar la reducción y mejorar la distribución de alimentos y la difusión de servicios sociales como la educación y la salud pública, y que la educación y el sano esparcimiento deberán reemplazar el papel que los bienes y servicios superfluos juegan actualmente en la vida del hombre.
3. Cada nación tiene derecho al uso soberano de sus recursos naturales .Pero, al mismo tiempo, cada gobierno tiene la obligación de exigir, a sus ciudadanos el cuidado y utilización racional de los mismos.El derecho a la subsistencia individual impone el deber hacia la supervivencia colectiva, ya se trate de ciudadanos o pueblos.
4. La modificación de las estructuras sociales y productivas en el mundo implica que el lucro y el despilfarro no pueden seguir siendo el motor básico de sociedad alguna. y que la justicia social debe exigirse en la base de todo sistema, no solo para el beneficio directo de los hombres sino para aumentar la producción de alimentos y bienes necesarios; consecuentemente, las prioridades de producción de bienes y servicios deben ser alteradas en mayor o menor grado según el país de que se trate.En otras palabras:necesitamos nuevos modelos de producción, consumo, organización y desarrollo tecnológico que, al mismo tiempo que den prioridad a la satisfacción de las necesidades esenciales del ser humano, racionar el consumo de recursos naturales y disminuyan al mínimo posible la contaminación ambiental.
5. Necesitamos un hombre mentalmente nuevo en un mundo físicamente nuevo.No se puede construir una nueva sociedad basada en el pleno desarrollo de la personalidad humana en un mundo viciado por la contaminación del ambiente exhausto y la sed y enloquecido por el ruido y el hacinamiento.Debemos transformar a las ciudades cárceles del presente en las ciudades jardines del futuro.
6. El crecimiento de la población debe ser planificado, en lo posible de inmediato, pero a través de métodos que no perjudiquen la salud humana, según las condiciones particulares de cada país (esto no rige para la Argentina, por ejemplo) y en el marco de políticas económicas y sociales globalmente racionales.
7. La lucha contra la contaminación del ambiente y de la biosfera, contra el despilfarro de los recursos naturales, el ruido y el hacinamiento de las ciudades, debe iniciarse ya a nivel municipal, nacional e internacional.Estos problemas, en el orden internacional, deben pasar a la agenda de las negociaciones entre las grandes potencias y a la vida permanente de la Naciones Unidas con carácter de primera prioridad.Este, en su conjunto, no es un problema más de la humanidad; es el problema.
8. Todos estos problemas están ligados de manera indisoluble con la justicia social, el de la soberanía política y la independencia económica del Tercer Mundo, y la distensión y la cooperación internacional.
9.Muchos de estos problemas deberán ser encarados por encima de las diferencias ideológicas que separan a los individuos dentro de sus sociedades o a los Estados unidos dentro de la comunidad internacional.
Nosotros los del tercer mundo
Finalmente deseo hacer algunas consideraciones para nuestros países del Tercer Mundo:
1.Debemos cuidar nuestros recursos naturales con uñas y dientes de la voracidad de los monopolios internacionales que los buscan para alimentar un tipo absurdo de industrialización y desarrollo en los centros de alta tecnología a donde rige la economía de mercado.Ya no puede producirse un aumento en gran escala de la producción alimenticia del Tercer Mundo sin un desarrollo paralelo de las industrias correspondientes.Por eso cada gramo de materia prima que se dejan arrebatar hoy los países del Tercer Mundo equivale a kilos de alimentos que dejarán de producir mañana.
2.De nada vale que evitemos el éxodo de nuestros recursos naturales si seguimos aferrados a métodos de desarrollo, preconizados por esos mismos monopolios , que significan la negación de un uso racional de aquellos recursos .
3. En defensa de sus intereses, los países deben propender a las integraciones regionales y a la acción solidaria.
4. No debe olvidarse que el problema básico de la mayor parte de los países del Tercer Mundo es la ausencia de una auténtica justicia social y de participación popular en la conducción estará en condiciones de enfrentar las angustiosamente difíciles décadas que se avecinan.La Humanidad debe ponerse en pie de guerra en defensa de sí misma.En esta tarea gigantesca nadie puede quedarse con los brazos cruzados. Por eso convoco a todos los pueblos y gobiernos del mundo a una acción solidaria

EL PRIMER VUELO


Teniendo en cuenta la configura­ción geográfica de nuestro país y la escasez (por entonces) de aeropuer­tos con pistas asfálticas, se decidió construir un avión a reacción (en aquella época denominados "a cho­rro", capaz de operar desde pistas semi‑ preparadas La dirección del proyecto estuvo a cargo de un ciu­dadano francés, el ingeniero aeronáutico Emile Dewoitine que fue asistido por un equipo de tra­bajo totalmente argentino bajo la conducción del entonces Comodoro (Ing. Ae.) Juan Ig­nacio San Martín y los ingenie­ros aeronáuticos Enrique Caerdeilhac y Norberto L. Mordió; los técnicos, dibujantes y operarios especial~ tam­bién eran en su totalidad argenti­nos. Con este proyecto se inició el adiestramiento de los argentinos, en el diseño y construcción de aviones a retropropulsión.
Se eligió al motor inglés Rolls Royc Derwent 5 como planta propulsora el cual fue ubicado en el fuselaje con su toma de aireen la nariz del avión. Los trabajos avan­zaron a buen ritmo, realizándose una paciente tarea en la comprobación de todas las partes del diseño. Finalmente, llegó el día en el que el "Pulqui" fue ubicado en la plata­forma de la pista del 1nstituto Aerotécnico de Córdoba', para iniciar su primer vuelo.
El jefe de Pilotos de Prueba era el 1º Teniente Edinundo Osvaldo Weiss, que rodeado de la expecta­tiva general trepó a la máquina después de recibir las últimas ins­trucciones. La hora de la verdad, había llegado El piloto puso en marcha la turbina y cuando final­mente decoló el "Pulqui” ese 9 de agosto la republica Argentina se convirtió en el quinto país del mudo en dseñar, construir y hacer volar un avión a reacción. La sensación que causó en la opi­nión pública nacional y el eco que tuvo en la prensa mundial el vuelo del lAE.27"Pulqui, puede resultar no muy comprensible para las ac­tuales generaciones, acostumbra­das a las imágenes televisivas de los transbordadores espaciales y los grandes aviones de pasajeros intercontinentales, como son los "Jumbo". Pero en aquellos años inaugurales del avión a reacción, que un país Sudamericano pudiera haber alcanzado tal tecnología era un suceso por demás llamativo Una flecha había cruzado en el cielo de Córdoba y el proyecto se perfeccionaría en la búsqueda de una nueva meta

La revolucion en el aire

EL PULQUI II
Por un convenio celebrado entre los gobiernos de Argentina y de Gran Bretaña la Fuerza Aérea de nuestro país comenzó a ser equipa­da con 100 cazabombarderos "Gloster Meteor. La velocidad y poder de fuego de éstos ingenios superaban la performance del Pulqui, por lo cual se analizó la construcción de un nuevo modelo derivado de este prototipo‑ que safisfaciera diversas misiones de combate (interdicción aérea y apo­yo táctico), con velocidad no infe­rior a los 1000 Km/h. Se pensaba remplazar los "Gloster Meteor" ­IV con este nuevo avión nacional, que por sus características se aliñaba en la fila de los mejores que estaban operativos en diversas Fuerzas Aéreas del mundo.

Cuando se decidió el nuevo proyecto estaban trabajando en el Instituto Aerotécnico de Córdoba un grupo de técnicos aeronáuticos y pilotos alemanes que fueron contratados despues de concluida la guerra. Entre ellos estaba el internacionalmente afamado Kurt Tank que siendo ingeniero ­jefe de la industria Focke Wolff construyó uno de los cazas a hélice más eficaces y hacia el final de la lucha diseñó diversos tipos de avio­nes a reacción. Con los planos ela­borados inicialmente por Kurt Tank y la experiencia adquirida por el equipo argentino que dirigía el ahora Brigadier Juan Ignacio San Martín, se puso en marcha el proyecto "Pulqui "II En 1950 comenzó la guerra en Corea, donde se mezclaron en la lucha aviones a hélice y a reacción los primeros fueron al poco tiempo desplazados del cielo coreano (salvo los B‑29), librándose los combates aéreos en­tre reactores que se aproximaban a los 1000 Km/H. Esa era la velocidad, subsónica, de los aviones que estaban en la primera línea de la batalla si bien algunas experiencias como el Bell ­X1 habían superado al mach 1 .
Para lograr la seguridad de los materiales a utilizar en los aviones de tales características y probar los perfiles de diseño, también se de­bieron realizar sustanciales modifi­caciones en el Instituto Aeronáutico”. Se construyó un túnel de viento " que por sus características, era el más avanzado de Sudamérica y allí se probaron todos los compo­nentes del 'Pulqui ". De hecho, el primer prototipo quedo completa­mente destruido en estas pruebas, donde se establecieron las rigurosas condiciones que en vuelo (y en combate) tendría que afrontar la maquina.
Llegó por fin el día en el que el avión tenía que volar Nuevamente le correspondió a Edmundo Os­valdo Weiss (ya era capitán) al subir a la cabina para realizar el Primer "test" de vuelo. En medio del silencio general, Weiss se ubicó en el puesto de pilotaje y puso en marcha al avión la turbina que emitió primero un silbido que crecía de tono y expandía a medida que aumentaban las revoluciones hasta ser un bra­mido ensordecedor. Lentarnente el piloto fue soltando el freno y el avión comenzó a ubicarse en la posición de partida. la carrera de impulso y finalmente se elevo hacia las alturas. Se había tenido, nuevamente, éxito en una difícil empresa de alta tecnología La noticia sacudió al país y nuevamente tuvo eco en el exterior, ya que fueron difundidas características del nuevo avión argentino que que podría decirse eran las propias de un caza de "superioridad aérea en su época.
La presentación publica del I A e 33 Pulqui II se llevo acabo en el Aeroparque porteño el 8 de febrero de 1951. Estaba el Presidente de la Nación, Gral. Juan D. Perón, funcionarios, legisladores y el Cuerpo Diplomático Extranjero con los Agregados Militares de las Em­bajadas. Pero también se había re­unido una enorme multitud, deseo­sa de observar las evoluciones de un reactor argentino que arañaba la velocidad del sonido.
En los vuelos de prueba el Capitán Weiss superó los 1.000 km/h. Por precaución, el mando de la Fuerza Aérea decidió que en la demostra­ción la velocidad máxima sería de sólo 900 Km/h. A su solicitud, Kurt Tank que estuvo en el coman­do de la máquina.
El decolaje se realizó con norma­lidad y luego de realizar diversas maniobras que permitieron revelar la maniobrabilidad del avión, el Pulqui II inició una prolongada "trepada" hasta perderse en el firmamento. Todos, sin distingos de rango ni de país, habían seguido con interés las evoluciones y ahora bus­caban en el horizonte la silueta de la máquina, cuando de pronto ésta apareció en picada sobre una de las cabeceras de la pista y a sólo 50 metros de altura se estabilizó y recorrió la misma a 900km. La súbita presen­cia del bólido que a tan escasa altura, con rugido ensordece­dor y tan fugazmente pasó sobre el Aeroparque, produjo un estremecimiento colectivo y generó una ovación tan po­tente como el sonido de la turbina del "Pulqui" II. La capacidad del nuevo desarro­llo (sin duda también la peri­cia del piloto), constituyeron un espectáculo único, pues hasta entonces no se había realizado una exhibición se­mejante con un avión de cons­trucción nacional.

miércoles, agosto 26

La caida del Halcon

Los ensayos con el modelo conti­nuaron, buscando introducir las mejoras. Pero en éstas pruebas se pagó un duro tributo: dos pilotos perdieron sus vidas. Mientras se testeaba al "Pulqui" U, otros desarrollos se estaban iniciando, entre ellos un interceptor "ala delta” bimotor cuyas características eran verdaderamente revolucionarias
El proyecto era construir una serie de 12 máquinas y poste­riormente, iniciar la construcción en serie‑ posiblemente hasta el número de cien unidades. Sin em­bargo los tiempos políticos produjeron decisivas modificaciones ­en el país y el proyecto "Pulqui" II comenzó a debilitarse. El último de los cinco ejemplares construido, voló por última en 1959 y luego se canceló todo el proyecto un ejemplar que reposa actualmente en el Museo Aeronáutico que está en el Aeroparque de Buenos Aires; también está allí el “pulqui I
Todos los técnicos extranjeros se fueron de la Argentina contrata­dos por otras naciones y si bien resulta melancólico el final de los. “Pulqui" quedó históricamente registrado el nivel de capacidad de los expertos argentinos en la alta tecnología aeronáutica. Pulqui en idioma quechua significa "flecha” Y como tales cruzaron estas realizaciones nacionales el firmamento, de nuestra ciencia y de nuestra tecnología no se perdieron definitivamente, sino que fueron eslabones de una prolongada ‑siempre creciente cadena que, en los últimos años, entre diversa realizaciones tuvo dos éxitos internacionalmente reconocidos‑ e I.A.58"Pucara y el I.A.63'Pampa

Sin Palabras

LA FMA (Fábrica Militar de Aviones)
En el período 1943 - 1955

Debido a las dificultades expuestas, en 1943 se crea y reglamenta el Instituto Aerotécnico y con él se diseña y logra el primer avión totalmente nacional: el I Ae-22 “DL”, construido con maderas del país y el motor de diseño propio denominado IA-16 “El Gaucho”. Del modelo se construyeron más de 200 ejemplares y estaban pintados; de celeste sus alas, blanco el fuselaje y el sol nacional en la deriva. Posteriormente se construiría también el planeador de transporte de tropas I Ae-25 “Mañque” y se diseña el avión de turismo I Ae-20 “El Boyero” para ser construido por la industria privada. También en esta época, se promueve activamente la creación de industrias privadas subsidiarias, para proveer a la FMA y de esa manera evitar de encargarse de la construcción de hasta el “último tornillo”.
A partir de aquí, comienza para la Fábrica Militar de Aviones, la etapa más trascendente de toda su historia. Con la llegada del entonces coronel Juan Perón al Ministerio de Guerra , y con la venía del presidente, general Farrel, el arma aérea se independiza del Ejército, con la creación de la Secretaría de Aeronáutica, pasando el Instituto Aerotécnico a depender directamente de ella.
Al elaborarse las directivas 1947/51 para el Instituto Aerotécnico dentro del “Plan Quinquenal” se destacan las siguientes: “...obtener una efectiva industrialización aeronáutica del país. Con la menor cantidad de establecimientos y sus respectivas subsidiarias, ambos de rendimiento económico asegurado, se construirá en el país un mínimo de tipo de aviones, que sirvan para un máximo de propósitos.
En lo referente al problema del autoabastecimiento, el Instituto Aerotécnico deberá construir sus aviones para tiempos de paz, ya sea en madera o en metal, prefiriéndose este último material, y asegurar para tiempo de guerra la construcción en madera, salvo que antes se encuentre solucionado el problema de la obtención del aluminio en el país.
Siendo necesario prever un apreciable desarrollo de los aeromóviles a reacción, con o sin conductor humano, este Instituto orientará también la investigación y construirá los prototipos de esta clase de vehículos. A tal fin, contratará los técnicos que sean indispensables, o enviará al extranjero al personal que deba capacitarse.
El Instituto Aerotécnico queda autorizado a adquirir licencias de fabricación (con todas las mejoras que se le introduzcan a los aviones), o bien tratar de interesar a la industria privada en este tipo de fabricación”.
Con este importante impulso, en 1946 vuela el avión de ataque IA-24 “Calquín”, a sólo catorce meses de iniciado el proyecto. En tanto otro proyecto se concreta con el motor radial IA-19 “El Indio”.
Debido al enorme desarrollo obtenido por la aviación a causa de la guerra y con el advenimiento de los aviones “a chorro”, el Instituto Aerotécnico constituye un equipo de técnicos dirigidos por el ingeniero Emile Dewoitine y en corto tiempo se desarrolla el reactor IA-27 “Pulqui”, equipado con una turbina Rolls-Royce, convirtiéndose la Argentina en el primer país latinoamericano en este tipo de desarrollos y uno de los seis países del mundo que en ese momento vuelan sus propios aviones a chorro en 1947.
En 1949 y a instancias del brigadier Ojeda, contactos secretos logran ubicar al profesor Kurt Tank en Alemania y éste acepta un ofrecimiento de trabajar en la Argentina, llegando al país vía Dinamarca.
Posteriormente, muchos otros científicos y técnicos alemanes llegan al país y se incorporan al Instituto Aerotécnico, y plasman su trabajo con el IA-33 “Pulqui II” en 1950. En este año el Ministerio de Aeronáutica celebra un contrato con la empresa privada Petrolini Hnos. Para la construcción de 150 aviones I-Ae 20 “El Boyero” para ser entregados a los aeroclubes civiles para el aprendizaje de vuelo.
Otra fábrica aeronáutica es incorporada al Instituto ubicada en la localidad de Río Cuarto, en la provincia de Córdoba, también se crea la Fábrica de Instrumentos y Equipos, que elaborará pilotos automáticos, indicadores etc., y la Fábrica de Motores y Automotores. Asimismo en la FMA, se concreta un túnel de viento subsónico con una corriente de viento de 600 km/h que permite el estudio de modelos de hasta 3 metros de envergadura.
Otra importante concreción dentro de las máquinas-herramientas, es la ménsula de ensayos estáticos, que permite el estudio y seguimiento de las cargas reales que recibe un avión en vuelo, obteniendo las mediciones en aparatos electrónicos de las deformaciones elásticas o permanentes inducidas hasta la rotura.
Para ese entonces el Instituto Aerotécnico tenía en distintas etapas de desarrollo, el mencionado “Pulqui II”, el bimotor multipropósito IA-35 “Huanquero”, la bomba voladora teledirigida PAT-1 construida en conjunto con Fabricaciones Militares, el proyectil aire-aire AM-1, el transporte pentaturbina IA-36 “Cóndor” y las alas volantes Horten, además de la producción de los modelos anteriores u otros bajo licencia como el Percival Prentice. También se comenzaba a materializar el ansiado túnel de viento supersónico que es concluido en 1953.